Loading...

Dragones y Mazmorras, el libro: hablamos con Octavio López

Javier Caro

Octavio López nos zambulle en la historia de la serie de animación tradicional, Dragones y Mazmorras. Un serie que fue todo un referente para el público juvenil y que marcó a varias generaciones. Dragones y Mazmorras. Su Historia (Diábolo Ediciones) es un libro de 312 páginas cargadas de emoción e información sobre la serie, sus antecedentes y todo lo que tiene que ver con ella. Charlamos con el autor, como siempre encantador.

Tras haber escrito libros sobre películas de corte fantástico y terror, ahora nos presentas uno sobre la serie animada, Dragones y Mazmorras, ¿por qué decides hacer ese cambio y aproximarte a esta mítica serie de televisión?

La serie siempre me llamó la atención, aunque en realidad nunca hasta el punto de decidirme por mi propio pie a escribir sobre ella. Pero un día, Lorenzo el editor de Diábolo ediciones me propuso realizar un monográfico sobre la serie. Empecé a indagar un poco, y al comprender que iba a ser un desafío muy interesante, donde muchos artistas que participaron en la serie fueron fundamentales en la animación de los ochenta, me decidí a llevarlo adelante.

¿Qué recuerdos tienes que aquella época a título personal de cuando eras niño?

Francamente, no muchos. Cuando se emitió aquí en España yo apenas tenía tres o cuatro años, y recuerdo fotogramas esquivos, además de alguna imagen de merchandising. Pero lo que sí recordaba de entonces era la mítica canción de Dulces. Eso quedó grabado a fuego en mi memoria.

¿Cómo son los inicios de los wargames que desembocan en Dragones y Mazmorras?

Conforme los vivió Gary Gygax, que era uno de los dos creadores del juego de rol, parece que contenían demasiadas reglas, y sus jugadores perdían mucho tiempo discutiendo sobre ellas, más que disfrutar esos simulacros de las batallas más icónicas de la historia. Así las cosas, decidió simplificarlo un poco, a la vez que dejó fluir su pasión por la espada y brujería. Su enfoque le gustó mucho a otro entusiasta de estos juegos, Dave Arneson, que se unió a Gygax en su intención de crear un nuevo sistema de juego.

Después de mucho ensayo y error, con las opiniones de familiares y amigos, sacaron a la luz Dungeons & Dragons, una modalidad de juego donde cada jugador elegía un rol determinado, y llevado por la imaginación y las instrucciones de una especie de moderador —el Dungeon Master— vivían aventuras en reinos maravillosos.

“La serie fue un pelotazo en nuestro país, que poco o nada sabía sobre juegos de rol pero se dejaron seducir por ese universo de héroes y villanos legendarios. Además, la campaña promocional fue desbordante” 

-Octavio López

Dragones y Mazmorras se estrenó en España en septiembre de 1985, los domingos por la tarde. ¿Cómo fue la acogida de esa primera temporada?

En España en realidad las tres temporadas se emitieron de manera ininterrumpida, por lo que no creo que el público percibiera el cambio entre una temporada y otra. Lo único perceptible fue el cambio de sintonía musical, ya que con la segunda temporada se introdujo la famosa canción de Dulces llamada “Un mundo fantástico”.

En cualquier caso, la serie fue un pelotazo en nuestro país, que poco o nada sabía sobre juegos de rol pero se dejaron seducir por ese universo de héroes y villanos legendarios. Además, la campaña promocional fue desbordante, con decenas de productos de merchandising que se instalaron rápidamente en las casas de los televidentes. En resumen, los españoles abrazaron con fuerza todo lo concerniente a esta serie de animación.

Hank, Eric, Presto, Diana, Shelia y Bobby, los personajes de la serie, tenían cada uno un poder y un rol muy definido, ¿cómo fue la creación de los personajes, sus poderes caracterización?

En origen, había cierta saturación de personajes. Fue Mark Evanier, conocido guionista de Hollywood y especializado en series de animación, quien redujo el número de protagonistas y dejándolos tal cual nos conocemos. También en un principio se le dio mucha importancia al arma que empuñaba cada uno, como si fuera una extensión del mismo personaje. De ellos, eran ellos mismos quienes escogían sus armas, como un reflejo de su interior, pero después se optó por el recurso más directo de que fuese El amo del calabozo el que les otorga los poderes.

En cuanto a sus características propias, debo destacar la de Eric, que además de ser mi favorito, lo cierto es que surgió un tanto por la imposición de la cadena de televisión. Sus dirigentes pensaban que se debía haver hincapié en “castigar”  a aquellas personas que no concordasen en su pensamiento con la mayoría. Por este motivo, cada vez que Eric se convertía en la voz discordante —cosa que ocurría muy a menudo— era ridiculizado. Al final, con todo, su personalidad fue evolucionado sobre este eje y se convirtió en uno de los protagonistas más espontáneos y naturales.

La introducción de la serie, cantada por el grupo Dulces

Amado Jaén, además de prologar el libro, también fue el creador de la famosa canción de los títulos de créditos, Un mundo Fantástico, ¿por qué se le encargó a él la letras y música y cómo surgió?

Amado era ya un especialista en aquel momento en adaptar y componer melodías de dibujos animados. Así que era lógico y natural contar con él para que escribiese una canción para la serie. Para conseguirlo, Amado visionó un capítulo y su correspondiente introducción.

Sin saber apenas nada del juego de rol, supo captar enseguida la importancia de los roles de cada uno de los protagonistas, y de ese modo escribió no solo una letra inolvidable, sino una melodía inconfundible. A día de hoy, sigue tan vigente como ahora, y funciona como un detonador. Si mencionas las palabras “Dragones y mazmorras”, la gran mayoría de personas se pone a tararear la canción.

“Fue toda una experiencia única para los integrantes de Dulces. Realizaron actos benéficos y llenaron grandes espacios con la increíble melodía. En el libro cuentan como en varias ocasiones la fama que consiguieron se tradujo en grandes aglomeraciones de niños entusiastas por la canción”

Octavio López

Las voces de la canción la pusieron unos niños, Julián, Elsa, Marco y Vanessa, luego llamados Dulces, ¿qué repercusión tuvo la canción en los niños de la época y el grupo, Dulces?

Fue toda una experiencia única para los integrantes de Dulces. Realizaron actos benéficos y llenaron grandes espacios con la increíble melodía. En el libro cuentan como en varias ocasiones la fama que consiguieron se tradujo en grandes aglomeraciones de niños entusiastas por la canción. Y a esos chavales que la escucharon, ya digo, se les grabó una impronta que día de hoy aún perdura. Probablemente, sea una de las sintonías con más fuerza y más pegadizas de la década.

La editorial Cómic Forum publicó hasta veintisiete números de la serie, Dragones y Mazmorras ¿cómo fue el merchandising en España de la serie?

Fue ingente la cantidad de productos que se lanzaron. Desde las famosas figuras de PVC que a día de hoy alcanzan precios astronómicos en el mercado de segunda mano, hasta todo tipo de productos gastronómicos con su marca, como chicles, repostería o incluso salchichas. Los cómics que mencionas tienen la particularidad de que, como las figuras de PVC o la propia sintonía de Dulces, era algo exclusivo de nuestro país, lo que le añade un valor especial. Y de su confección se encargaron auténticos bastiones del tebeo nacional, con Pasqual Ferry a la cabeza.

Hay profuso material gráfico en el libro, algo que engrandece la obra y nos aporta una mayor visión del éxito de la serie, ¿cómo ha logrado tanto material gráfico para el libro?

En gran parte, ha sido gracias a la generosidad y entusiasmo de Alfonso Galván y Óscar Márquez, dos de los mayores entusiastas del mundo entero sobre el mundo de la serie. Durante varios meses, Óscar y Alfonso fueron preparando de sus archivos todos estos tesoros gráficos que luego compartieron conmigo para el libro. Les estaré eternamente agradecido, por eso y por muchas otras cosas. Es por ese motivo que el libro va dedicado a ellos. Son unos grandes.

Octavio López y su libro Noche de Halloween

La serie tuvo tres temporadas y se terminó, ¿por qué crees que no tuvo más temporadas y mayor continuidad?

La tercera temporada no tuvo mucha audiencia, a lo que hubo que sumar la explosión a nivel interno que sufrió la empresa de Gary Gygax que ostentaba los derechos de la serie. Por esos motivos, no se siguió adelante con una nueva temporada, que en principio iba a ser más adulta. Incluso se disponía de un guion escrito llamado Requiem que iba a cerrar —por decirlo de alguna manera— la trama de los chavales, pero no se llegó a realizar, como digo. A modo de curiosidad, años después se grabó una sesión de doblaje de aquel guion, y más tarde un seguidor brasileño —en aquel país también pegó muy fuerte la serie— dibujó una adaptación al cómic.

En la parte final del libro hay una revisión capítulo a capítulo de la serie, ¿cómo ha envejecido la misma viéndolo ahora?

En mi opinión, y ha sido el gran regalo de la investigación, ha envejecido de manera fenomenal. Es cierto que los primeros episodios hacen patente cierta deriva argumental, pero una vez se inicia la segunda temporada, con la llegada del guionista Michael Reaves —quien mejor entendió la propuesta— la serie va subiendo enteros hasta alcanzar capítulos estupendos como El hijo del cosmólogo o El cementerio de dragones, que creo que es el mejor capítulo de la serie y que alcanza la perfección. Tanto en calidad y fluidez de la animación, como en lo referente al desarrollo de los personajes. Una joya televisiva condensada en 20 minutos, sin lugar a dudas.