
Era muy pequeño y había alucinado con Batman (Tim Burton, 1989), aquellos efectos especiales, aquella acción, y cómo no: aquella banda sonora. València estaba muy excitada con la llegada de Prince a la capital, recuerdo algunos carteles que lo anunciaban. Apareció en la televisión, en la radio y en la prensa, incluso creo recordar alguna portada local. El martes 24 de julio, dentro de los conciertos de la Feria de Julio, Prince pisó el campo del Mestalla, en aquella época llamado, Luís Casanova.
Acudieron a la llamada del protagonista de la película Purple Rain (Albert Magnoli, 1984) o canciones como, When Doves Cry (Purple Rain, 1984) o Kiss (Parade, 1986), unas 30.000 personas por supuesto yo no fui. Su primera película, la mencionada Purple Rain, me había volado la cabeza, aquella música, aquellos bailes. Lo tenía todo. La faceta cinematográfica de Prince, tal vez sea algo menos conocida que su vasta trayectoria musical, eso es algo que Marcelo Chaparro Santana ha venido a subsanar con su libro, Prince: la imagen púrpura.
Eres el fundador de The Purple Message Guardians, que ha traducido la vasta totalidad las canciones de Prince al castellano. ¿De dónde surgió esta idea de traducir toda su obra?
Cuatro meses antes de su fallecimiento, Prince lanzó el que sería su último álbum, HitNRun Phase Two, (NPG Records, 2015) una obra maestra de soul & funk decorada con una sección de metales como pocas veces se había escuchado en su obra. Lo traduje para una amiga muy especial, que cayó enamorada de ese sonido y de Prince. Cuando llegó aquel maldito 21 de abril de 2016 me reuní con fams (traducción de familia, término que Prince prefería al de fans) escuchar la canción June (HitNRun Phase One); y uno de ellos me confesó que no sabía de qué iba la canción, que es toda una alegoría a la soledad de la fama.
En ese momento comprendí que debía poner mis herramientas de filólogo y traductor al servicio de la divulgación del mensaje de Prince, entre hispanoparlantes que no controlasen mucho el inglés. Fundé The Purple Message Guardians y, con la ayuda eventual de otros fams, tardé casi dos años en traducir todo el extenso catálogo púrpura.

Cuatro de las catorce películas de Prince fueron estrenada en cine, el resto no tuvieron esa suerte. ¿Cuáles fueron los motivos por los que esas diez películas no fueran estrenadas en cine?
Cuando Prince se vio envuelto en una ardua batalla legal por la distribución, y promoción de su creación y por los derechos de propiedad intelectual, estaba filmando 3 Chains O’ Gold, un proyecto para la promoción de su álbum (también conocido como Lovesymbol Album). Lo que iba a ser un largometraje musical con locaciones entre El Cairo y Minneapolis, terminó siendo un video álbum corto que se lanzó con años de retraso y en formato VHS únicamente. Todo esto refleja las consecuencias que tuvo en la carrera de Prince su ruptura con Warner Bros., su lucha por convertirse en el primer artista verdaderamente independiente de la historia del rock, y su determinación en llevar las riendas de todo el proceso creativo cinematográfico.
A partir de 3 Chains O’ Gold, sus películas fueron producidas, en su mayoría, por Paisley Park (uno de sus muchos pseudónimos) y rodadas de forma local, con artistas de su círculo íntimo y en un ambiente mucho más relajado. Lo paradójico, es que todo esto condujo a que el genio de Minneapolis hallase la gramática cinematográfica en que se encontró más cómodo: películas concierto o video álbumes en las que la música, no la teatralidad, es el foco principal. Y en hacer música Prince fue siempre un coloso.
“Purple Rain es el mejor álbum de los 80 según biblias musicales como Pitchfork y Billboard, pero la relevancia de Prince en la historia no viene de un solo álbum, sino del hecho de haber sido el Mozart de nuestra generación”
Marcelo Chaparro Santana
En el verano de 1984 la película Purple Rain llegó a lo más alto, junto con el sencillo, When Doves Cry y el álbum Purple Rain. ¿Crees que con aquello Prince se coronaba como el artista afroamericano más relevante de la historia y que la crítica no ha sabido hacerle justicia tras su muerte?
Con este álbum Prince llegó al mega estrellato comercial, del que se retiró voluntariamente después. Con este álbum escribió una página muy importante en la historia del cine musical, al ser el primer artista afroamericano en protagonizar una película rock y al pertenecer al conjunto de películas que terminaron de cerrar la brecha entre cine y música, brecha que se abrió tras la llegada del rock a la escena de la cultura popular en los años 50, y como consecuencia de la respuesta que Hollywood ofreció: empeñarse en producir películas musicales anquilosadas, acartonadas y artificiosas que, aunque de innegable calidad artística y relevancia social, fallaron a la hora de reflejar los cambios que experimentaba la juventud de entonces. Cambios que brotaban de la Nouvelle Vague Francesa, la fotografía, la literatura y el rock and roll. Singing In The Rain es una bonita pieza musical multi galardonada, y con millones de fans, pero no refleja la juventud de su época como si lo hicieron Hair, Saturday Night Fever, Purple Rain o Rattle & Hum.
Purple Rain es el mejor álbum de los 80 según biblias musicales como Pitchfork y Billboard, pero la relevancia de Prince en la historia no viene de un solo álbum, sino del hecho de haber sido el Mozart de nuestra generación: un multi instrumentista (tocaba 27 instrumentos), letrista, compositor, arreglista, productor, cantante, bailarín y director de escena sin comparación. Además de ser el más prolífico de todos, con 948 títulos lanzados de forma oficial, unos 450 bootlegs y un sótano en el que dejó, según los administradores de su legado, unos 2500 archivos audiovisuales que esperan ser lanzados al ritmo de un álbum al año durante los próximos cien años.
La crítica mundial venera, respeta y adora a Prince. No hay más que ver la cantidad de tributos, libros y adjetivos superlativos que le dedican. Otra cosa muy diferente es la crítica y prensa musical o cultural en España. En España, Prince es visto como “un artista más de los 80” o “el cantante de Purple Rain / Kiss; cuando no es directamente ignorado. Una pena. Una pena para quienes se lo pierden. Por eso hay que divulgar su obra.

Under the Cherry Moon fue una película valiente, Prince se empeñó en rodarla en blanco y negro (aunque finalmente se rodó en color). Aquello pudo ser determinante para su fracaso en taquilla, costó doce millones de dólares y solamente recaudó diez. ¿Fue este fracaso el acicate perfecto para resurgir y ver al mejor Prince en la película concierto, Sign ´O´ The Times?
Sin duda alguna, Prince fue siempre un tío combativo. Quizás la principal razón del fracaso en taquilla y crítica de Under The Cherry Moon la tiene Prince, el director de cine (novato), no Prince el músico, ni Prince el comediante. Según los críticos de cine en que me documenté para escribir Prince: la imagen púrpura, el valor de Sign ´O´ The Times está en la idea que tuvo al introducir las cámaras en su escenario, e incluir una pequeña trama (un triángulo amoroso) entre él, su bailarina y uno de los bailarines/coristas.
Consiguió rodar una película concierto que le retrata en el cénit de sus habilidades: las del monstruo de los escenarios que siempre fue. Con esta idea sencilla supo resolver magistralmente lo que se conoce como “suspensión de la incredulidad”, y nos convence lo que vemos. La historia que sostiene el argumento es sencilla. El punto focal de la trama es la música, y en eso Prince brilló siempre. Y por eso Sign ´O´ The Times sobresale al punto de ser considerada la mejor de sus películas.
Crystal Ball (NPG Records, 1998) fue el primer álbum en la historia comercializado sin un sello discográfico detrás, bajo el concepto tan popular en la actualidad, de fan-direct. ¿Cómo fue la recepción del álbum, crees que ser un pionero le ayudó o le perjudicó?
Crystal Ball fue el primero en lograr tal hito. Prince se emancipó de Warner Bros a mediados de los 90, y estrenó un álbum triple de corte R&B llamado Emancipation (NPG, EMI Records, 1996). Dos años más tarde lanzaría una primera colección de temas sacados de su mítica bóveda, y lo tituló Crystal Ball. La preventa se hacía a través del número de teléfono 1-800-NEW-FUNK, y se podía hacer seguimiento a través de su página web, Love4oneanother.com (campo en el que Prince fue pionero también). De esta manera se convertiría en el primer artista en distribuir y promocionar un álbum sin la intervención de un sello discográfico. Ahora Prince era realmente libre.
Crystal Ball es una colección de tres Cds con treinta temazos con una calidad de sonido muy potente. Al realizar la preventa los fams recibían como regalo un hermoso (cuarto) álbum de guitarra acústica, llamado, The Truth, que contiene algunas de las reflexiones más dolorosas tras la trágica muerte de su hijo Amiir, que nació con el síndrome de Pfeiffer, y murió a la semana siguiente tras sufrir un sinnúmero de operaciones e intentos por salvar su vida.
Al cargar con todo el proceso de promoción y distribución, sin el andamiaje logístico de una compañía discográfica, este proyecto sufrió las obvias consecuencias: retrasos en la entrega, cobros duplicados o triplicados, pedidos extraviados, cobro de impuestos en entregas fuera de los EE. UU., períodos de tiempo demasiado largos entre el pedido y la entrega. Para compensar a los compradores, se incluyó un quinto álbum: el ballet nupcial (musical orquestal) Kamasutra que había compuesto para su boda con la bailarina Mayte García. También se incluían en el pack camisetas, cassettes del tema The War y/o cancioneros de Emancipation.
Durante 1987 se escribió mucho sobre este álbum, como el ejemplo de un nuevo modelo de distribución. Actualmente Crystal Ball sigue ocupando un lugar muy digno en la historia, por ser rompedor, por contener música de calidad y por servir como ejemplo de lo que podría ocurrir con la enorme cantidad de material que aún está por ver la luz.

Y llegó la banda sonora de Batman, la primera vez que trabajaba en la obra de otro artista. Prince llegó a ella sin su banda The Revolution y se encerró seis semanas para componerlo. ¿Qué significó para Prince y su carrera, este álbum y su posterior éxito?
Warner Bros., por idea e insistencia de Jack Nicholson, propuso a Prince componer un par de temas para la película de Tim Burton en 1989. Prince les entregó un álbum entero. Esto marcó la primera y última vez que puso su arte a disposición de la visión de otros. El año anterior se había embarcado en la que quizás sea su mejor gira: Lovesexy Tour (julio del 88- febrero 89). Una gira colosal y costosísima de producir, repleta de atrezzo y con Prince tocando casi una decena de instrumentos musicales vestido al estilo Mozart: ¡casi nada!
Este tour le dejó prácticamente en bancarrota, y la propuesta de Batman le convino para dos fines. El primero, y más evidente, fue el sanear sus arcas; y el segundo, fue el de culminar su trilogía sobre la lucha maniqueísta del bien vs. el mal, que había empezado con el Black Album (Warner Bros., abortado en 1987 y lanzado en 1994) y continuado triunfalmente en Lovesexy (Warner Bros., 1988).
La banda sonora que Prince compuso para Batman (con permiso de Danny Elfman), es la más vendedora en la historia de este superhéroe. Sin embargo, en el universo Prince las cifras comerciales no son tan relevantes como la calidad compositiva. Para este proyecto, Prince reelaboró el drama de Bruce Wayne, y dotó cada una de las nueve canciones del álbum de tonalidades psicológicas propias a la par que intrigantes, algo que Tim Burton no intentó. La música toma prestado del techno dance europeo, cada canción es interpretada por un personaje determinado, como si se tratase de viñetas (Bruce Wayne, Batman, Joker, Vicky Vale) que reflejan un aspecto, normalmente sórdido, de sus psiques.
Una idea de héroe maldito que Burton no desarrolló pero que Christopher Nolan sí exploró – más de veinte años después-,y con mucho éxito en la trilogía que el actor Christian Bale llevó al delirio (Batman Begins, El caballero oscuro y El caballero oscuro: la leyenda renace). Como guinda del pastel, Prince se incluyó a sí mismo en la historia mediante un personaje que creó a su medida: “Gemini”: mitad Batman, mitad Joker. Un héroe/antihéroe que, si escuchamos con atención, nos amenaza en el altavoz derecho: “voy a matarte”, mientras en el izquierdo nos tranquiliza: “no voy a matarte”. Una personalidad dividida fascinante y muy geminiana, como el personaje y su creador.
Graffiti Bridge es una secuela (no oficial) de Purple Rain donde vuelven The Kid (bastante atormentado) y Morris Day, en este caso a enfrentarse por sus respectivos clubes. Nuevamente fue un fracaso, ¿a qué crees que fue debido?, ¿la concatenación de películas de ficción le afectó en su faceta musical?
Sin duda, con Graffiti Bridge Prince no acertó al ocuparse de todo el proceso cinematográfico en pleno. Se encargó de escribir el guion, dirigir, protagonizar, seleccionar el casting y componer la banda sonora (que por cierto, fue y sigue siendo muy bien valorada). El crítico de cine Armond White llama a esto “el síndrome de Spike Lee”: la obstinación por tener el control absoluto del producto cinematográfico.
El guion tenía unas treinta páginas únicamente, se rodó con muy poco presupuesto. Prince insistió que se rodase en pleno invierno de Minnesotta (lo que obligó a rodar en interiores). La idea New Age/ religiosa de esta película musical con ángel a bordo incluido, no terminó de cuajar del todo y el montaje se llevó a cabo de forma irregular. Para rematar, se estrenó en noviembre, época del año en que se lanzan grandes blockbusters navideños, y cuando la atención de los medios se centra en las nominaciones de premios del año siguiente (Oscars, Golden Globe, etc).
A diferencia del cinematográfico, Prince sí que era capaz de controlar todo el proceso creativo musical. Su siguiente álbum fue un éxito absoluto en ventas, listas y crítica (Diamonds and Pearls, Warner Bros., 1991). El que le siguió es una de sus obras maestras (Lovesymbol, Warner Bros., 1992). Los años noventa vieron el nacimiento de álbumes conceptuales de calidad, Come /The God Experience.
Emancipation es considerado el mejor álbum de , su alter égo de 1993 a 2000. Y en el nuevo milenio siguió experimentando con el jazz-funk (Rainbow Children, N.E.W.S, Xpectaction, C-Note) y el mainstream (Musicology, 3121, Planet Earth, MPLS, Lotusflow3r, ArtOfficialAge). Con lo cual la concatenación de películas de ficción nunca afectó su faceta musical.

Me ha parecido muy interesante ver que se realizaron cómics con Prince transformado en “Gemini”. Cuéntanos algo sobre este proyecto, quizás no tan conocido, de Prince con DC Comics.
Prince: Alter Ego, es un cómic realizado por el prestigioso equipo formado de Dwayne McDuffie (escritor), Denys Cowan (dibujante), Kent Williams y Nöelle Giddings (coloristas) y Robert Lappan (fuentes). El gran Brian Bolland entregó aquí otra de sus icónicas portadas. Se editó bajo el sello Titan Books, Piranha de DC Comics, en 1991. Sirvió de promo para su álbum Diamonds and Pearls, publicado ese mismo año.
El tebeo es claro a la hora de fijar la línea argumentativa: “La oscuridad tiene a la luz, el yin tiene al yang y Batman al Joker. Pero esto no es ninguna broma”. En la historia Prince regresa a Minneapolis y descubre que su gemelo malvado, Gemini, ha logrado seducir a su banda (la New Power Generation), a su chica (Muse) y a sus fans. El malvado gemelo produce un sonido que vuelve violento a quien lo escucha, como una droga maligna. La misión de Prince será luchar con su guitarra como única arma para recuperar la entidad de su arte y el amor de su público.
Además de poder partirle la cara a quien se le antoje (como todo superhéroe) Prince tiene el poder de oír música en todo y todos, para actuar en consecuencia; lo que le da la increíble habilidad de calmar cualquier situación sin usar la violencia. La manera con la que este cómic juega con la dualidad de Prince es muy buena. Al final, Prince utiliza el poder de su música para romper el control malévolo que Gemini tiene sobre aquellos que lo escuchen. Actualmente es pieza de coleccionista de seguidores, tanto de Prince como de McDuffie.
“Las películas VHS que más me gustan son 3 Chains O Gold y The Undertaker”
Marcelo Chaparro Santana
¿Cuál fue para ti la mejor y la peor película de su etapa en VHS, o no estrenadas en cine, y por qué?
Las películas VHS que más me gustan son 3 Chains O Gold y The Undertaker. La primera es un vídeo álbum que incorpora el misticismo de su nombre/símbolo impronunciable, protagonizada junto a Mayte García, la más relevante de todas las musas que tuvo (esposa, madre de su hijo e inspiración de cinco álbumes), con una música que explora distintos géneros y acompañado por una New Power Generation muy fuerte.
La segunda es un ensayo grabado a medianoche en su casa estudio, Paisley Park, con estética mortuaria y planos herederos de The Factory de Andy Warhol. La coprotagonista es Vanessa Marcil (Hospital general, Sensación de vivir) y cuenta con una potentísima banda sonora de blues y rock. La historia: una chica intenta suicidarse tomando un frasco entero de pastillas, y el poder de la música le convence no dejarse llevar por la muerte (The Undertaker significa “el enterrador” en inglés).
No tengo una película de la etapa VHS que considere la peor, porque todas tienen algo muy válido. Quizás la que menos vea es The Ryde Dyvine, pero por que Prince solo canta cinco de las diez canciones.

¿Cuál es la película y álbum recomendarías a los no iniciados?
Para algunos fans y periodistas, su último gran disco fue Diamonds & Pearls (1991) y que desde ese momento su creatividad se vio mermada. ¿En qué momento consideras que Prince comenzó su declive como compositor, si es que lo tuvo?
Con debido respeto, sospecho que estos periodistas se circunscriben al territorio nacional. Puedo asegurar mi sueldo sin miedo a perder un euro a que los periodistas musicales de América, países bajos, Francia, Inglaterra, Alemania y Japón tienen un abanico de gustos que no se estancaron en 1991, y va hasta 2016, año de su fallecimiento. Y seguramente, algunos de esos fams legítimamente opinan que ése es su último gran álbum, o algunos quizás no han explorado más allá de la mal llamada “época dorada” (1980-1992), con lo respetable que son las opiniones de todo el mundo, evidentemente. Afortunadamente hoy la casi totalidad del catálogo púrpura está disponible en streaming (Spotify, Tidal, iTunes Youtube), y al acceder a este material podemos comprobar que no existió tal declive, aunque sí puede hablarse de cierta irregularidad en la calidad de su obra.