
En mitad de la vorágine de la 28º edición del Festival de cine de Málaga, la periodista María Guerra hace un paréntesis en su apretada agenda festivalera para atendernos en la cafetería del lujoso hotel AC Málaga Palacio, punto de encuentro de los fans que se agolpan en la puerta del edificio esperando la llegada o salida de sus estrellas favoritas.
La lluvia arrecia. No parece primavera. María deja su paraguas y chubasquero, saluda con una gran sonrisa al resto de compañeras de profesión y comenzamos nuestra charla.
Su memoria le dice que lleva cubriendo este festival unas 20 ediciones y que el crecimiento del mismo es apabullante. “El festival ha servido de trampolín a grandes cineastas como Alauda Ruíz de Azúa (Cinco lobitos), Estíbaliz Urresola (20.000 especies de abejas) o Carla Simón (Verano 1993). Es importante para el recorrido comercial de una película tener el sello de Málaga. Es la puesta de largo de una peli”.

El ritmo es frenético estos días en Málaga. “Hay más películas que periodistas” y esto hace difícil, por no decir imposible, ver y cuidar cada proyecto. “Las películas no se merecen que veamos tres o cuatro films al día. Se merecen más atención por nuestra parte”. Toma notas, a oscuras, con papel y boli en cada pase. Se enfada y con razón con las personas que hacen uso del móvil durante las proyecciones. Un mal endémico difícil de solucionar.
Estudió filología inglesa y aunque nunca ejerció, el dominio de esta lengua le ha ayudado a desenvolverse con naturalidad en infinidad de festivales internacionales tales como Cannes, Venecia, Berlín o Toronto, entre otros.
Proviene de una familia repleta de médicos que en su momento les pareció extraña la decisión profesional que tomó la aspirante a crítica cinematográfica. Tras realizar un master en El País, comenzó su andadura en el grupo Prisa. Una relación que se mantuvo a lo largo de veintiséis años de los cuales trece, estuvo ligada al innovador, mítico y técnicamente impecable, programa de cine semanal “El Cine de LoQueYoTeDiga”. “La idea era contar el cine de una manera informal y divertida”.
Ha sabido como pocas adaptarse a los nuevos medios de comunicación digitales lidiando con cintura el declive de los medios más tradicionales. “Soy un ser mutante, con un buen encaje en las nuevas tecnologías”. Se retroalimenta de la gente más joven con la que ha aprendiendo un lenguaje más visual y cercano a los nuevos tiempos. Un “win win” en toda regla. En la actualidad podéis disfrutar de sus entrevista y recomendaciones cinematográficas cada semana en el podcast “La Script” por donde pasa la flor y nata de nuestra industria del cine.

Este será su último año como presidenta al frente de la AICE (Asociación de Informadores Cinematográficos de España), que entre otras actividades, organizan anualmente los Premios Feroz. “Son unos premios diferentes, canallas. Somos pobres pero divertidos”. Unos premios itinerantes, “somos feriantes, como el circo”, y que desde el 2017 también incluyen entre sus galardones a las series de televisión. Entre ver una peli en el sofá de casa o en la sala de cine, la periodista lo tiene muy claro: “la sala es la liturgia, el templo, es salir de casa”.
Si su día a día no fuese ya lo suficientemente estresante, ha comenzado junto a su buena amiga, la también periodista y escritora Mariola Cubells, el proyecto “Señoras y señoras”. “Más que una obra de teatro es un espectáculo pop-feminista. Las mujeres de nuestra edad estamos poco representadas en la sociedad y esta es una manera de reivindicar nuestra postura al respecto”. Ahora mismo se encuentran en plena gira y tienen previsto actuar en Valencia el próximo día 10 mayo en una función matinal en el teatro Talia.
María se tiene que marchar. En pocos minutos tiene que acudir al pase de prensa de una película Iberoamérica, Perros. Le agradezco enormemente su tiempo y amabilidad. Es una referente para muchos de los que nos dedicamos a informar de nuestra pasión; el cine.
“El periodismo en muy bonito pero no se gana mucho dinero”
– María Guerra –