Si quieres pasar miedo, risas y sobrecogerte ante espectáculos fantásticos y lleno de magia, El Circo del Miedo es tu lugar, y lo decimos porque estuvimos allí, vivimos sus sustos, actuaciones imposibles y humor picantón. Pasen y vean un espectáculo único, dirigido a los adultos pero con vocación universal. Estarán en València del 12 de julio al  30 de agosto en La Marina

Ya desde los primeros minutos el espectador siente que se va a introducir en otro mundo de sensaciones. Un payaso sórdido y malcarado se acerca a la fila de incautos espectadores. Asusta su aspecto. La entrada está plagada de seres fantasmagóricos, desde una niña que camina absorta hasta un trasunto de Cthulhu que mira intensamente. Las máscaras, los trajes, la interactuación de los personajes con el público, todo está medido al milímetro. Radu Batrianu, el director del circo y muy particular jefe de pista, es el que dirigirá a estos seres salidos del averno.

Le preguntamos cómo nació éste curioso y horripilante circo. “La idea del Circo del Miedo surge con una multitud de peticiones de un público más adulto, realizando varios espectáculos familiares por toda España nos hemos dado cuenta de que hay un tipo de público que pide un tipo de espectáculo más canalla y gamberro”, apunta. “Son muy pocas las empresas españolas que realizan espectáculos para jóvenes o adultos… y a la demanda y debido a la escucha de nuestros espectadores hemos decidido crear el Circo del Miedo”

Radu Batrianu con un simio en El Circo del Miedo
Radu Batrianu con un simio en El Circo del Miedo

Antes de que comience el espectáculo, ya tienes por la carpa a los personajes que luego te asombrarán. Una pareja de novios, un simio, los payasos. Todos ellos interactuando entre el público para su alegría o sorpresa. Es todo tan hiperrealista que no puedes apartar la mirada de sus máscaras, queriendo encontrar algún resquicio de humanidad. “Los artistas tardan hasta noventa minutos en realizar estos complejos maquillajes, cada detalle cuenta y gracias a eso conseguimos un efecto realístico sorprendente en el que ayuda al espectador a sumergirse en un ambiente de terror y tinieblas”, explica, Batrianu

Le preguntamos al jefe de pista quién se encarga de elevar el nivel de las máscaras y los trajes hasta esas cotas. “Contamos con una fantástica encargada de maquillaje y vestuario que es Roberta Bellucci, en la que dedica la mayor parte de su tiempo a crear y adornar a estos increíbles personajes. Por parte de escenografías contamos con un equipo que con la iluminación adecuada consiguen recrear el lado más oscuro del circo”, dice.

Por no destripar nada del espectáculo, nos quedaremos con la actuación que más nos ha impactado por su belleza y dificultad. El Pole Dance casi satánico. “El número del Pole dance es una recreación de la lujuria en su más estado puro, nos podemos encontrar a todo tipo de pecado en cualquier esquina, y la diabla que realiza el Pole dance es lo que interpreta”, nos explica el jefe de pista. “El estudio que hay detrás de cada número está pensado con cada detalle. La niña exorcista es un clásico que no puede faltar… de hecho; la interpretación combinada con la técnica artística de la artista juega un papel crucial”, señala el jefe de El Circo del Miedo.

“El número del Pole dance es una recreación de la lujuria en su más estado puro”

Radu Batrianu

Aéreos, malabares vampíricos, humor (os reiréis mucho con algunas cosas que suceden en el público). Mención aparte la banda sonora con canciones de rock duro que realzan la fuerza que tienes delante en la pista. El Circo del Miedo es una experiencia diferente, y en un mercado saturado de propuestas similares, esto es un lujo, que además te transportará a tu peores pesadillas.