Si por algo se caracteriza el rock, aparte de por su calidad musical, es por la leyendas urbanas que se han ido creado a su alrededor. Unas leyendas urbanas más que merecidas por aquellos años de juergas descontroladas, muertes sorprendentes y espectáculos llenos de alcohol y drogas. Un cóctel propicio para la aparición de la rumorología, la exageración o la invención más descarada de historias descabelladas; pero plausibles en ese mundo al borde del desfase en el que vivían algunas bandas. Las leyendas urbanas no son más interesantes por ser reales, la fantasía y exageración han hecho de ellas una seña de identidad para muchos grupos, e incluso para un extenso periodo de éste. El barcelonés Jose Luís Martín (1963), crítico musical, director de diferentes programas de radio y presentador de los prestigiosos festivales como Benicàssim Blues Festival y el Festival Blues & + (Lleida), hace una recopilación exhaustiva de algunas de las mejores historias del rock. En su nuevo trabajo, Leyendas urbanas del rock (MaNonTroppo), retrata momentos históricos y esperpénticos. Hablamos con él para que nos cuente algunas cosas sobre el libro.
¿De dónde surge la idea del libro?
Es el tercer libro que me publica MaNonTroppo. El primero fue una propuesta editorial, Queen & Freddie Mercury; el segundo una propuesta personal que aceptaron de buen grado, Deep Purple, Historia de la Saga; pero este tercero fue una mezcla de ideas conjuntas, se fusionaron ideas de ellos para hacer algo menos biográfico, con las ganas que yo tenía de adentrarme en una escritura más genérica. Tras varias conversaciones telefónicas surgió un hijo bastardo en formato de leyendas urbanas y, la verdad es que ha sido muy gratificante sumergirme en este universo de rumores, mentiras y alucinaciones colectivas.
Es muy diferente a enfrentarte a una biografía, donde debes ceñirte a una realidad marcada de antemano, buscando separar la verdad de tanta distorsión publicada y sobre todo, la mitomanía de los textos que pueden haber servido de documentación. Aquí te enfrentas a la imaginación colectiva, a tu memoria y no hay límites impuestos, pues la historia más esperpéntica puede resultar enormemente gratificante y especial. Es grandioso que te dejen escribir un libro como este.
“Casos como el de Christine Boris, que con 16 años acompañaba a rockeros como fetiche sexual y cláusula de endiosamiento personal, hasta caer en las drogas y deambular por frenopáticos, demuestran que el glamour esconde más basura que el mayor de los estercoleros”
Jose Luís Martín
Muy interesante la historia que comentas en el libro de las groupies, ¿cuál es la historia que más te ha sorprendido de ella?, ¿crees que la historia se ha olvidado de ellas o las ha tratado injustamente?
Fue uno de los capítulos más atractivos a los que me enfrenté y posiblemente junto con el de Paul Is Dead, sobre el que más tuve que leer, lo cual abre un abanico maravilloso de posibilidades, dejándote un background muy marcado. Tal y como sucede en otros capítulos del libro, no hubo muchas sensaciones sorprendentes, aunque sí profundicé en historias que no conocía del todo, o las conocía de otra forma. Aquí aparece una dualidad que siempre he mantenido con la música y su entorno, que posiblemente no resulta fácil de entender. Me encanta la música, soy un melómano empedernido, pero sin embargo no me considero fan de nadie y, mantengo una relación de desprecio total a ciertos estereotipos muy marcados que nunca he compartido y me niego a justificar por un supuesto amor al rock o en beneficio del espectáculo.
Las groupies son un ejemplo; nadie las obligaba a hacer y comportarse como lo hacían, pero detrás de ese rol establecido se esconde un asqueroso y despreciable machismo marcado por la industria musical y secundado por los ídolos del rock, tan despreciables como cualquier otro estamento de este circo.
Casos como el de Christine Boris, que con 16 años acompañaba a rockeros como fetiche sexual y cláusula de endiosamiento personal, hasta caer en las drogas y deambular por frenopáticos, demuestran que el glamour esconde más basura que el mayor de los estercoleros. Lori Maddok, que con 14 años se metía en la cama con Bowie o la relación que mantuvo con Jimmy Page siendo menor de edad y, que rozaba el esclavismo sexual, era, es y será siempre una clara actitud delictiva. Jimmy Page siempre estará considerado como un genio de la guitarra, lo cual no quita que se comportara como un miserable. Parece que sea el capítulo con más glamour del libro, pero a la larga es el más triste de todos.
¿Qué opinión te merece el tratamiento que hace el filme The Dirt sobre Mötley Crüe sobre las groupies, y sobre aquellos años de desfase?
Viene a ser un tanto de lo mismo. Ser rockero no te da patente de corso para ser un indeseable. La cinta The Dirt está bien como comedia y poco más, explota lo que ya esquilmaron en su día, musicalmente es muy pobre y sin embargo la historia pasa de puntillas por algunos capítulos de su historia muy trágicos, que apenas da importancia. Es un producto para los que se ciegan con las luces del rock, poco más. Te señalan las estrellas con la mano y sólo miras la punta del dedo.
“Las teorías de la conspiración son paranoicas y en ocasiones enfermizas, pero por otro lado son originales, imaginativas y siempre te quedará la duda, y si…”
Jose Luís Martín
Es realmente increíble lo de la muerte de McCartney, ¿todavía crees que existen personas que se crean que el exBeatle está en realidad muerto?
No lo creo, es que lo he podido comprobar. Como te decía antes es uno de los capítulos que más documentación he reunido, posiblemente avasallo con datos y pistas, dejando muchísimas otras escondidas porque se podría escribir un libro sólo con Paul Is Dead. Pues bien, hay todavía clubs que teorizan con esa conspiración en pleno siglo XXI, no sé muy bien si es por diversión, paranoia o simplemente hobby, pero haberlos haylos, y no son pocos.
De hecho la única crítica mala que he leído del libro, seguro que hay más, me llegó por mail de una web del Reino Unido, quejándose de la poca imparcialidad del texto y de no profundizar en la verdad. Tan sólo puede explicarles, como hago en el libro que todo es mentira, o no. Las teorías de la conspiración son paranoicas y en ocasiones enfermizas, pero por otro lado son originales, imaginativas y siempre te quedará la duda, y si…
¿Por qué crees que siguen funcionando tan bien las leyendas urbanas en el mundo del rock?, ¿en otros género funcionan igual?
Porque es cultura popular, comunicación de primer orden, el corrillo que haces de pequeño con los amigos, las primeras cervezas con buenas historias, eso no se pierde o no se debería perder. Ahora vivimos en la época de Internet donde las noticias corren velozmente y muchos piensan que estamos en la era de la información, pero en realidad nunca hemos estamos tal mal informados y tan manipulados como en la actualidad. Las leyendas urbanas son mágicas, te dejan aportar tu granito de arena, moldeando la verdad o la ficción a tu gusto y eso es maravilloso.
Hay miles de leyendas en todos los campos, cada profesión tiene las suyas, cada arte está repleto de ellas. Si te adentras en el cine hay para parar un tren. Tras escribir el libro he escuchado muchas leyendas que me han contado y que a poco que investigue surgen historias magníficas. Cada uno tiene escondidas las suyas en su propia memorabilia, y es un tesoro precioso a preservar y seguir contando, mejor si es con el boca a boca.
“Es muy curiosa la necesidad que se tiene de preservar los ídolos a toda costa, de negar la mortandad a alguien que para muchos debería ser inmortal y, posiblemente sea por una cuestión de autodefensa”
Jose Luís Martín
De entre todas las leyendas, la de Elvis me parece la más divertida, ¿está huido de la mafia o muerto?
O es un extraterrestre, que también podría ser. Quizás la pregunta del millón sería, ¿Elvis estaba muerto cuando todavía estaba vivo?, porque los últimos años parecía un zombie. Es muy curiosa la necesidad que se tiene de preservar los ídolos a toda costa, de negar la mortandad a alguien que para muchos debería ser inmortal y, posiblemente sea por una cuestión de autodefensa. Si alguien a quien has idolatrado toda la vida y, que en muchos casos ha marcado tu destino, se muere con más pena que gloria, enganchado a las pastillas y siendo una triste sombra de los que fue, dónde te quedas tú.
Si después de dedicar tu vida a adorar a Dios, con los sacrificios que eso conlleva, te demuestran que Dios no existe y ni falta que hace, cómo te quedas… pues como un espermatozoide al chocar contra un muro de látex, no te lo puedes creer. Lo curioso es que he visto fotos de un tipo asistiendo al entierro de Elvis que juraría que era Elvis, pero en mi barrio también hay otro tipo que es clavado y va de él por la calle.
¿Cuánto tiempo te llevó recopilar las leyendas urbanas?, ¿desechaste historias por algún motivo?
Pues desde que se decidió la temática, a su entrega a la editorial pasaron algo más de 9 meses. De los cuales los tres primeros sólo fueron de documentación, bibliotecas, mercadillos de libros y revistas musicales añejas que son maravillosas, Internet, documentales, etc… Aquí en Barcelona está el Mercat de Sant Antoni los domingos, que es una máquina del tiempo, si sabes dónde buscar puedes encontrar de todo, incluso revistas que daba miedo ojearlas porque se deshacían.
El resto del tiempo escribiendo y leyendo más si cabe. Lo más duro fue precisamente la criba de descartes, pues me pasé bastante del espacio predeterminado. No solamente se quedaron historias fuera, también hubo que meter tijera en las que vieron la luz, intentando no eliminar nada importante. No hay suficientes historias escritas para un segundo libro, pero seguro que hay leyendas de sobra para otro volumen, aunque no se plantea por el momento.
El motivo por el cual se quedaron fuera es muy variado; algunas por muy conocidas, otras por posibles reservas de cara al futuro, las poco definidas o simples tampoco me convencían y muchas por no entrar en el rollo escatológico o morboso.
“Si he de escoger un personaje controvertido del libro es Charles Manson, un asesino convertido en ídolo no me cabe en la cabeza”
Jose Luís Martín
Para ti, ¿cuál sería la banda más controvertida y la más misteriosa de la historia, y por qué?
Hay muchas bandas controvertidas, por ejemplo Black Sabbath y en especial Ozzy, más personaje que persona. Led Zeppelin sería un ejemplo muy oscuro de controversia, tanto interna como externa. Robo de canciones, la afición al ocultismo de Page, la fama de irresponsables, los mensajes secretos o no, sus misterios y sus escándalos…
Son un ejemplo de dos bandas que me encantan musicalmente y son bastante indignas de estudiar. Pero si he de escoger un personaje controvertido del libro es Charles Manson, un asesino convertido en ídolo no me cabe en la cabeza, es la máxima expresión de este cotolengo. Menos mal que nos queda la música.
Solamente haces alusión a una leyenda urbana, muy estremecedora, sobre el Festival de Blues de Hondarribia. ¿No había ninguna historia en el rock español para el libro?
Sí que las hay, algunas muy duras y reales, pero fue una decisión personal no incluir historias de aquí, no me sentía cómodo y simplemente lo descarté. Como he tenido total libertad por parte de la editorial para escribir y desechar lo que creía oportuno, no hubo problemas. En el caso del Hondarribia Blues Festival, hable con el director Carlos Malles y le pedí permiso y asesoramiento, que me brindó encantado.
Le preguntamos a Jose Luís Martín por su disco maldito
Tratas el tema del rock en el comunismo. ¿Qué nos perdimos en su momento por la censura?
Ese es uno de los temas que se quedaron descartados. Es tan extenso y rico en detalles que merece la pena esperar para ver si puede ir incluido en otro libro, aunque no sea de leyendas urbanas. Este país es muy cutre y en temas de censura vamos a la cabeza del mundo occidental, podemos sentar cátedra, sólo hace falta echar un vistazo a las noticias.
Tan sólo te diré que es un país donde raperos se autoexilian para no ir a la cárcel, otros están pendiente de juicio, se persigue a titiriteros y se mira con lupa a los cómicos, todo ello dentro de lo que supuestamente es una democracia: Pues bien, en esta supuesta libertad, hace bastantes años, suficientes para que los viejos y los que se preocupan por la libertad de expresión recuerden un juez condenó a una banda de rhythm & blues o blues rock, colocándoles el bonito apelativo de GRUPO INTELECTUALMENTE VIOLENTO! Los DelTonos, vamos hombre…
Para mear y no echar gota… quizás si hablamos de censura en nuestro país ocuparíamos más páginas en tiempos de democracia que en los de la dictadura, donde la autocensura erradicaba la mayor parte de los conflictos y la inteligencia de los autores y la ironía un alto porcentaje del resto. Ahora es peor, porque mandan los descendientes de los de antes y bajo un clima de supuesta libertad, la autocensura no existe o no debiera existir. Ya se sabe que cuando los cerdos, perdón, los gorrinos se aparean, nacen cochinillos…