Javier Caro
Netflix tiene un catálogo enorme y eso es muy beneficioso para las personas que disfrutan de todos los géneros cinematográficos. Hemos seleccionado tres películas muy diferentes entre sí para que puedas disfrutar de platos llenos de sabor a thriller, terror hemoglobínico y agitación.
Efectos secundarios (Steven Soderbergh, 2013)
Si te gustan los relatos clásicos de asesinos, intriga, muertes misteriosas, sexo y trampas, ésta es tu película. Un psicólogo, interpretado fantásticamente por Jude Law, medica a una joven paciente que comente un delito víctima, en teoría, de esa medicación.
Y a partir de ahí comienza la acción, y digo a partir de ahí, porque en el primer tramo puede parecer que nos enfrentamos a una historia sobre la depresión, el dolor y la pérdida, en vez del thriller que se eleva después.
Quizás peque de lenta en algunos momentos, también de recurrir a varios giros, pero te sentirás tan próximo al psiquiatra en algunas escenas, que te revolverás en el sofá.
Good Times (Hermanos Safdie, 2017)
Ya hemos hablado de los hermanos Safdie, que han sido los directores de Diamantes en bruto (2020). Dos jóvenes provenientes del cine independiente y callejero que tienen un pulso increíble para desquiciar con tramas llenas de confusión, desasosiego e irracionalidad.
Quizás una parte del público huya de un filme protagonizado por Robert Pattinson porque erróneamente lo siguen vinculando a Crepúsculo (Catherine Hardwicke, 2008) , aunque eso realmente no sea nada malo. En esta ocasión el actor vuelve a demostrar su talento en un filme donde uno de los hermanos Safdie, Ben, interpreta al hermano de Pattinson.
Los dos hermanos roban 65 millones de un banco, y emprenden la huida, en dicha escapada, Ben es apresado. Su hermano decide hacer lo imposible para sacarlo de la cárcel en un viaje por las entrañas más suburbana de Nueva York en una noche llena de altibajos, sorpresas y violencia.
Un filme adrenalínico, demencial y una buena muestra de cómo se puede exasperar al espectador en un persecución desnortada y electrificante. Si todavía confías en el cine independiente americano, esta es tu película.
The Ruins (Carter Smith, 2008)
Con una premisa sencilla pero efectiva comienza el filme. Dos parejas jóvenes de estadounidenses que están en México conocen a un chico alemán que les propone visitar una pirámide que no sale en los mapas. Y claro, van juntitos y despreocupados allí.
La ópera prima de Carter Smith tarda en arrancar, de hecho su primer acto es lento, repetitivo y algo aburrido; pero en cuanto llegan a la pirámide el festival gore comienza.
Aunque parece el refrito de muchas películas como Hostel (Eli Roth, 2006) o The Decent (Neil Marshall, 2006), avanza con dignidad y sirve como un gran entretenimiento. Como he comentado, desde su segundo tramo el filme coge fuerza e impulso y te lo hace pasar muy bien. Apta para personas que no busquen demasiado.
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